La nota fue clara, lo que no es que un deportista dice adiós a la vida asi nomás, en vez de buscar otras dimensiones donde mirar, donde encontrar nicho de vida. Libre albedrío, pero malas decisiones. Raúl Andreu - 12/01/2011 03:00
Apenas 24 horas después de conocerse la muerte de Alberto León en su casa de San Lorenzo del Escorial, el suceso va aclarándose y parece confirmarse el suicidio del ex ciclista de mountain bike. Junto al cuerpo se encontró una nota de cinco líneas en la que el implicado en la Operación Galgo da sus razones para quitarse la vida. León hace referencia a su reciente divorcio y a las difíciles circunstancias personales como motivos alegados para ahorcarse, según la informó la Cadena Cope. También tenía problema con las drogas.
Una consecuencia de esta muerte es el contratiempo que supone para la Operación Galgo, que queda tocada debido a que el fallecido era una de las principales fuentes del caso. "El proceso se puede ver gravemente afectado por este hecho porque en calidad de imputado no estaba obligado a decir la verdad y sus acusaciones, que ahora no se pueden contrastar, podrían producir indefensión", dijo uno de los abogados del caso.
Su caso, archivado
Ayer se le realizó la autopsia al cuerpo mientras el juzgado madrileño que instruye la Operación Galgo deberá archivar la causa respecto al ex ciclista. Ese es el trámite habitual en los procesos judiciales en los que fallece el imputado, ya que no pueden emprenderse acciones penales contra una persona fallecida, según informa Efe de fuentes jurídicas. No obstante, antes de que el juzgado proceda a declarar el sobreseimiento de la causa respecto a Alberto León, deberán concluir las diligencias abiertas sobre su fallecimiento y el informe del forense sobre la autopsia practicada al cadáver.
León, ex ciclista de montaña, estaba imputado por un delito contra la salud pública por tráfico de estupefacientes y, según las investigaciones, era el presunto suministrador de algunas de las sustancias dopantes ilegales que manejaba la trama. El pasado 12 de diciembre quedó en libertad tras prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 24 deMadrid, con la obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio. León también estuvo imputado en la Operación Puerto contra el dopaje, llevada a cabo en 2006, en el ámbito del ciclismo.
Lissavetzky lo lamenta
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, lamentó la muerte del ex ciclista. "Poco tengo que decir más que, en primer lugar, lamentar el fallecimiento de una persona joven. Sumarme al dolor que tiene su familia por este hecho que ha acaecido. Pero desde luego no es una buena noticia, ni muchísimo menos, el hecho del fallecimiento de una persona de 37 años", afirmó Lissavetzky en un acto como candidato a la alcaldía de Madrid.
Por su parte Jesús Manzano, ex corredor del Kelme que denunció en marzo de 2004 el dopaje organizado en el ciclismo español, se mostró "afectado" por el suicidio de Alberto León, con quien coincidió en el Coronas, escuadra de bicicleta de montaña, en tiempos en los que el doctor Eufemiano Fuentes trabajaba para el equipo. "Sabía que atravesaba un momento difícil, pero estas cosas siempre te afectan. Coincidí con él en el Coronas, compartimos muchos viajes y campeonatos. Desde la Operación Puerto ya no tenía trato con él", explica Manzano.
Las denuncias de Manzano en 2004 tuvieron reflejo en las Operaciones policiales Puerto y Galgo. Jesús era conocedor, a través de terceras personas, del cúmulo de problemas que afectaba a León, que se agravaron con sus implicaciones en ambas redadas policiales antidopaje. La Operación Galgo fue el revés definitivo ya que supuso la ruptura con su mujer, con la que tenía dos hijos.
Manzano recordó que de la época del Coronas nació el lazo de colaboración entre el doctor canario y el corredor fallecido. "Si no llego a hablar en aquel momento, tal vez ahora no se sabría nada de lo que estaba pasando. El tiempo me ha dado la razón y si lo quisieran arreglar el problema del dopaje se arreglaría fácilmente, pero no quieren. En cuanto uno vaya a la cárcel siete años se acabó el problema", concluye Manzano
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