Los bajos sueldos y la explotación sexual son algunos de los aspectos en la vida de las empleadas domésticas que el autor Felipe Montes recoge en su nueva obra, la cual presentará en la Feria del
Libro.Mar, 06/10/2009 - 04:37
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Sueldos míseros, explotación sexual, violencia o discriminación se vierten sobre las chicas de piel morena, labios jaguar o cabello liso y negro. Dolores es la representación de estas chicas que el escritor Felipe Montes evocó para realizar su próxima novela, la cual será presentada el próximo 18 de octubre en la Feria Internacional del Libro de Monterrey.
Con un lenguaje corto, recurrente de pequeñas historias y aplicándose a un “cubismo basado en hallazgos pictóricos”, Montes narra desde la tercera persona la historia de una chica que emigra, de un pequeño ejido en Galeana, a la ciudad de Monterrey para ganarse la vida como trabajadora doméstica.
“A diferencia de El evangelio del Niño Fidencio, donde el lenguaje está más basado en repeticiones, en salmos y en versículos, en éste el lenguaje es más retorcido… hay muchas más elipsis que creo ayudaron a que Dolores quedara muy elegante y minimalista”, destacó el escritor en entrevista con MILENIO Diario de Monterrey.
La investigación referente al tema tuvo como sede la Alameda Mariano Escobedo y la Plaza Fátima, donde el escritor entrevistó a 25 muchachas de diversas procedencias –entre ellas una chica llamada Dolores– y de quienes obtuvo el contexto y las dificultades que atraviesan las trabajadoras domésticas.
Aunque el desarrollo de la novela tuvo una pausa, dado que había otros proyectos como El enrabiado y El evangelio del Niño Fidencio, el tema se retomó gracias a la vigencia de la problemática.
En Dolores, la joven trabajadora se ve envuelta en diversos escenarios como el constante despido, el embarazo no deseado, el amor que despierta entre su “patrón” y ella así como en la tragedia que acontece una vez que la patrona descubre la relación.
“Dolores constantemente llora, y ese llanto busco manejarlo con delicadeza porque es con ello, con el lenguaje de las lágrimas, dejar aquello a todo lo que este tipo gente sufre”, reveló el autor.
Con un sueldo que varía entre los mil 200 y los 2000 mil pesos por mes, las chicas que trabajan en el municipio más rico de Nuevo León (San Pedro) suelen sufrir de explotación sexual o de desapariciones, mismas que casi nunca son denunciadas ante la falta de registro o de personas que intercedan por ellas.
Sin ser un tratado antropológico o económico social, Dolores aborda desde el cristal poético la fragilidad de un sector laboral no reconocido plenamente en Monterrey.
“Es un mundo sumamente tierno, en cuanto a los sentimientos, las sonrisas, esas espaldas muy morenas cruzadas por los tirantes negros de sus blusas a su vez de que es un mundo muy cruel en donde las únicas víctimas son ellas. La gente cree que les da una oportunidad de trabajo, pero es una deuda ancestral que tenemos los hispano parlantes que pagar”, reflexionó el autor.
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